"Es habitual encontrar importantes confusiones en la sociedad acerca de los términos espiritualidad, religión, esoterismo, e incluso ocultismo, magia, etc. Con frecuencia, muchas personas cuando escuchan hablar de iniciación piensan inmediatamente en ritos extraños, prácticas ancestrales, o cultos inventados.
Con estos antecedentes, una parte de los candidatos que solicitan su entrada en la masonería, piensan que será la respuesta a toda suerte de fantasías. Otros simplemente, siguen la extraña teoría de que los símbolos, las prácticas masónicas, se inventaron en el siglo XVIII para paliar el tedio de las reuniones sociales, pasar un rato agradable haciendo un pequeño “teatro” moral, culminando en banquetes y celebraciones de pequeño-burgueses aspirantes a algo más. Las falsas pretensiones sobre la iniciación, y su relación con el ocultismo, son totalmente injustificadas. La perduración en las sociedades de todo un ámbito de prácticas antiguas, pero desconexas de una línea de tradición, las ha hecho desviarse con los siglos hacia prácticas y reductos totalmente extraños a su origen, constituyendo verdaderos peligros psíquicos. Esta fantasiosa esperanza en los “fenómenos”, no encubriría sino una voluntad de ignorar y encubrir lo “trascendente”, ignorando todo principio superior para encardinarse en el ámbito de lo “inferior”, de la “voluntad” puramente individual.
Para muchos espíritus débiles y perdidos existe un gran atractivo en las llamadas “ciencias ocultas”, un término por cierto inventado a mediados del siglo XIX para etiquetar todo un cajón de sastre: mediumnismo, vidas pasadas, magia, angeología, canalizaciones, espagiria mineral, … Quizás su incapacidad para seguir legítimas vías espirituales, les ha conducido hacia esos fantasmas, y a atribuir valor a meras sombras que son aprovechadas por numerosos charlatanes y farsantes. De esta forma, como niños abandonados a su suerte, juegan desde el más grosero “empirismo” con estratos vitales inferiores que no conocen, no pueden dominar, y que inconexos del plano trascendente que se pone de manifiesto en todas las verdaderas Tradiciones espirituales, acaban sufriendo toda suerte de trastornos y accidentes.
La complejidad del mundo “natural” alertó desde siempre a las Tradiciones sobre la necesidad del conocimiento verídico, la voluntad recta, y la transmisión. Los antiguos manuscritos y catecismos antiguos masónicos reiteran fehacientemente cuáles son sus fundamentos, pero con frecuencia, la ignorancia de los propios masones ha removido sus propios “linderos” doctrinales.
La credulidad es habitual en épocas de crisis de valores. No es posible inventar ni improvisar la “ciencia sagrada”; ni sus fines ni sus medios. Los que huyendo del “aparato administrativo” de las religiones”, caen en las prácticas ocultistas, y lo que es peor creen que esto se encuentra en la masonería, se han equivocado radicalmente. Son víctimas de su imaginación o de algo peor.
Para los masones que profesan el cristianismo, el Gran Arquitecto es realmente el Logos-Cristo en toda su Majestad y Gloria. La cima o pináculo del Templo. Bajo cuya acción todo se encamina a una “unión”, a un “ascenso” y a un “descenso”.
Resulta por tanto sorprendente que mucha literatura ocultista actual se halla puesto en relación con la masonería, cuando en realidad las personas que escribieron esos opúsculos nunca fueron masones, inventaron sus propias parodias de órdenes masónicas, se hicieron pasar por tales, o con el correr del tiempo solicitaron su ingreso en la logia local para tener “clientela”, y obtener publicidad. La inmensa mayoría, alejados de toda Tradición espiritual, o expulsados de ellas, construyeron fabulaciones, y a ellos se debe toda una inmensa masa de sincretismo moderno adulterado. No hay más que ver en que han convertido ramas tradicionales como la cábala y la alquimia, desgajándolas de su tronco Tradicional. Algo parecido han intentado con la masonería, el problema es que algunos masones les han creído.
¿Qué podemos esperar que crea la sociedad?
¿Será tiempo de que los masones definan realmente en qué creen, cómo creen, y hacia dónde se dirigen sus ritos?
Plancha Trazada remitida por el Hermano simbólico "Betsalel".
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