LAS Logias reunidas estando dirigidas por las leyes primitivas de una Orden de paz y caridad, deben distinguirse por una gran decencia en sus asambleas[...] Esta también severamente prohibido hablar en Logia de religión y materias políticas

miércoles, 27 de marzo de 2013

DISCURSO del Gran Maestro/Gran Prior del GRAN PRIORATO DE HISPANIA, el día de su solemne instalación, el Muy Reverendo Caballero Josep Martí

DISCURSO del Gran Maestro/Gran Prior del GRAN PRIORATO DE HISPANIA, el día de su solemne instalación,  el Muy Reverendo Caballero Josep Martí. 


Muy Rvdos. Caballeros, Rvdos. Caballeros 
Queridos H. todos: 

Asumo la responsabilidad de gobernar el Gran Priorato de Hispania en un momento particular de la historia de la Orden Rectificada. Occidente atraviesa una profunda crisis de valores, signada por el relativismo, el secularismo omnipresente y el hedonismo que nos aleja, a velocidad pasmosa, del concepto de amor fraternal, de beneficencia activa y de compromiso verdadero con el trabajo iniciático al que nos hemos sometido, de nuestra propia y espontánea voluntad. 

Estas desgracias que se expanden por doquier, haciendo de nuestro mundo un lugar más frío y distante, no cesan en su intento de filtrarse en nuestros Templos. No es nada sorprendente que afirme que en las últimas décadas, la masonería toda haya sufrido un proceso de fragmentación que nos ha dividido, provocando heridas allí donde debería haber amor fraterno y perturbación allí donde debiéramos encontrar el equilibrio y la paz que nos promete la francmasonería y la Santa Religión Cristiana a través del Evangelio. 

¿Qué está ocurriendo? ¿Qué hace que el corazón de los hombres se endurezca al punto de no permitirnos mirarnos y abrazarnos todos como Hermanos? La masonería -en particular la masonería cristiana- guarda en sus propios cimientos un compromiso de unidad y armonía entre los hombres. Ese compromiso, nacido de las entrañas de Wilhelmsbad, soñado por hombres como Willermoz, Brunswick, De Maistre, Turkheim, nos habla de un camino a recorrer en el que, conscientes de la ruptura con nuestro Creador, debemos reconstruir esa columna rota que permanece allí como una seria advertencia de nuestro estado, pero también como una gran esperanza si perseveramos en nuestro trabajo de volver a unirnos en Cristo. ¿Y acaso podríamos hacerlo solos? No. Hemos elegido la vía iniciática cristiana que propone el Rito Escocés Rectificado porque nos hemos reconocido incapaces de alcanzar la Luz en la soledad de la ermita o en el aislamiento de los claustros. Hombres del mundo, en el mundo, los masones rectificados nos construimos a nosotros mismos en nuestros Talleres, en nuestras Logias, aunando corazones en la esperanza de que el trabajo y que el ejemplo fructifique en los que llegan y se suman al esfuerzo. 

Sabíamos desde un principio que de esto se trataba y he aquí, Muy Reverendos Caballeros, que nos encontramos aún abriendo brecha. 



El Gran Priorato de Hispania no ha escapado a esta ola de desequilibrios en los que hemos debido transitar horas penosas. Pero la nave ha mantenido el rumbo y hoy, al asumir nuevas autoridades, está dando una muestra de vitalidad que se extiende más allá del horizonte que alguna vez imaginamos. Nuestras Logias en la Península se fortalecen. Nuestras Logias de ultramar, en la sorprendentemente activa América Latina también crecen. 
Fue durante el mandato de nuestro Gran Maestro y Gran Prior saliente, que se debatió y finalmente se aprobó la creación de cuerpos de ultramar. Nacieron así los Triángulos Santo Grial de México y Cruz del Sur de Argentina, ambos convertidos hoy en Justas y Perfectas Logias. Y ha sido el trabajo constante de estas Logias –sin importar que actualmente la de México se encuentre bajo jurisdicción del GPDG, pues en definitiva ambas Potencias somos en espíritu sólo una- las que han logrado esparcir la semilla del Régimen Escocés Rectificado en ese Continente en el que hemos sumado recientemente a dos Logias de Bolivia que se encuentran en franco crecimiento. 

Todo pareciera indicar que, pese a los tiempos que vivimos (“Meliora Praesumo”) esperamos días mejores. Pero si queremos ser partícipes de esos días por venir, tendremos que ser claros respecto de cuál es nuestro rumbo y cuál es el marco que le daremos a nuestra acción de gobierno. 

Mi primer mensaje a todos los H.·.H.·. rectificados, tanto de las Provincias de León y de Aragón como de América del Sur es el de garantizarles que encontrarán en mí a un infatigable defensor de la estricta pureza del Rito -alma y espíritu del Régimen Escocés Rectificado-  asegurando que cada Clase del Régimen se aboque al trabajo que le corresponde. El debate horizontal no es una característica del Rectificado. Razón por la cual tendré que ser estricto con el cumplimiento del trabajo masónico que a cada cual le compete. 

Dicho esto, tendemos nuestra mano fraterna a todos aquellos HH.·. Rectificados que quieran acompañarnos en esta etapa que se inicia, en tanto se sometan a la autoridad que emana del Consejo de Gobierno del Gran Priorato de Hispania. Seremos incansables portadores de un mensaje de unidad y de concordia. Ningún esfuerzo será poco en empeño de unir a la Familia Rectificada. Pero también seremos severos depositarios de una tradición que nos han legado y que hemos jurado sostener. 

Aún siendo una estructura de sentido vertical, sabemos que la fortaleza de la Orden se muestra en la estabilidad y crecimiento de sus Logias; en tal sentido resulta de importancia capital el compromiso y la acción, en cada jurisdicción, de los Maestros Escoceses de San Andrés. Su instrucción, su capacitación, su vocación pedagógica y su trabajo iniciático resultan vitales para la realización de nuestros objetivos. Nunca será suficiente la energía que pongamos en la formación de los M.E.S.A., pues son estos, en definitiva, la bisagra que conforma el extraordinario espacio en el que la Orden Interior se proyecta hacia la Masonería Simbólica. 

La labor de los Diputados Maestros, de los Venerables Maestros y de los H.·.H.·. Vigilantes de las Logias debe centrarse en la instrucción constante de los miembros de sus respectivos talleres, de modo tal que podamos asegurarnos la fortaleza del Rito y el conocimiento de su doctrina. 

Deberemos estar en permanente apoyo al trabajo de las Logias Rectificadas del G.P.D.H., del mismo modo que tendremos que estar pendientes de que cumplan la tarea para la cual se les ha confiado sus Cartas Patentes. 

En el ámbito interpotencial, nos hemos propuesto, en primer lugar, fortalecer aún más –si tal cosa fuera posible- nuestro vínculo con el Gran Priorato de las Galias, potencia rectora del Régimen Escocés Rectificado en el mundo. Lo haremos del modo que lo hemos hecho hasta el presente, apoyando toda acción que conforme a la mayor grandeza de la Orden y señalando aquello que tengamos para decir, en un mundo cada vez más comunicado y –paradójicamente- más confuso. 

El ámbito masónico es hoy un amplio arco en el que cohabitan corrientes diversas. Por principio todo masón es nuestro Hermano y le debemos respeto como tal. No podemos permanecer aislados de un ámbito que nos es propio; tendremos que ser abiertos en la comprensión y el trato fraternal del mismo modo que exigiremos el respeto por nuestras tradiciones y nuestros usos y costumbres. Es hora de que en España y en la América de habla hispana se escuche el mensaje de la masonería cristiana del Rito Escocés Rectificado  con claridad y de viva voz. Este Gran Maestro y Gran Prior se compromete a visitar cada lugar en el que haya cuerpos rectificados y apoyar el diálogo franco y fraterno con todas aquellas potencias masónicas que mantienen su condición de iniciáticas. 

Me he reservado para el final algunas consideraciones personales que quiero compartir con vosotros. Es sabido que cada hombre traslada a su gestión –casi fatalmente- su impronta personal. Me conocéis y sabéis bien que no soy un filósofo ni tengo pretensiones de serlo. Soy un hombre de espíritu práctico que ha servido hasta hoy, y durante veinticinco años ininterrumpidos a la Orden Rectificada y al Gran Priorato de Hispania. Lo he hecho allí donde se me ha solicitado y donde he sido necesario. 

Si he asumido esta responsabilidad, en esta etapa de mi vida, ha sido porque estoy convencido de que aún puedo brindar un último servicio a la Orden y que sabré como hacerlo, con la ayuda de Dios. Pero también porque confío plenamente en que podré contar con la misma lealtad y el mismo espíritu de sacrificio que yo mismo he puesto, por parte de cada uno de los miembros que integran el Consejo de Gobierno de la Orden. En momentos en que creía llegado el tiempo de disfrutar de mis nietos, la Orden me reclama en su más alto estamento. Esperad de mí la firmeza de quien se ha forjado en el trabajo y la paciencia de quien sabe que toda obra buena lleva tiempo. 

Con mi instalación como Gran Maestro y Gran Prior, culmina a la vez un extenso mandato de mi Hermano en la Orden y en la vida misma, el Muy Rev.·.H.·. Ramón Martí Blanco. Cabe en este momento un expreso agradecimiento al hombre que ha dado todo lo que pudo por nuestra Orden y que es justo que hoy, cumplido con creces su deber, pueda descansar, entre comillas, del agobiante trabajo de casi dos décadas. Veinte años no exentos de vicisitudes, escollos y disgustos, pero también de una fortaleza de voluntad que hace honor a su nombre de Orden. 

La masonería no es equiparable a ninguna otra institución civil. Mucho menos cuando, como en nuestro caso, se trata de una masonería que lleva apenas veinte años de existencia en estas tierras. La renovación de sus autoridades en su más alto nivel vienen a demostrar, de forma tajante, que la semilla ha sido buena; que aún queda mucho trabajo por delante y que, al igual que nuestros antepasados –los constructores de catedrales que no llegaban a ver su obra terminada- otros H.·.H.·. cosecharán nuestra siembra. ¿Qué sería del mundo sin los que siembran? Ese es nuestro trabajo. A él estáis todos convocados. 


Josep Martí
Eq. A Benefitientia

Gran Maestro/Gran Prior
http://www.rectificado.info/home.html











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